La soldadura fuerte bajo atmósfera de gas protector, ha adquirido un gran significado en los últimos años. En la actualidad son numerosas las fábricas que no pueden prescindir de este sistema en sus programas de fabricación.
Con la ayuda de ese método es posible soldar piezas de secciones diversas y variadísimas formas, obteniendo partes constructivas de gran valor, mediante un sencillo proceso de trabajo.
Los puntos de soldadura en las piezas se sitúan de tal modo, que las partes simples pueden ser fabricadas del material más apropiado, con arreglo al proceso de fabricación más favorable según la forma, como embutición profunda, estampado, prensa de extrusión en frío, torneado, etc. Gracias a ello y a la posibilidad de utilizar ampliamente semiproductos, se pueden ahorrar costes de material, maquinaria y mano de obra.
Las piezas soldadas abandonan el horno completamente libres de óxido y grasa y pueden someterse de inmediato al pintado, zincado o cualquier otro tipo de recubrimiento superficial o tratamiento térmico ( templado, cementado, nitrurado, etc.).